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Probamos el Audi A6 avant 45 TDI Quattro Tiptronic

 

Las berlinas familiares de lujo no tienen la salida de hace unos años, las berlinas medias han crecido y el precio de las primeras también, pero siguen siendo una opción excelente para aquellos que busquen lujo, confort y representación.

Nuestro visitante de hoy es a nuestro juicio el mejor familiar premium de la actualidad, no porqué sea mejor en nada sino porqué no tiene un solo defecto, ya que unido a las cualidades antes nombradas añadimos un comportamiento excelente, un sistema de tracción muy eficaz y para redondear la ecuación, viene con la etiqueta ECO y una calidad de ’10’…medioambiental.

Audi tiene la medida tomada a las berlinas de gama media-alta. Este familiar que roza los cinco metros de longitud tiene una prestancia sobresaliente.

De puertas adentro el espacio es abundante, pero también las últimas tecnologías, el confort y unos materiales y ajustes que encontraremos en muy pocos coches. Entrar y acomodarse en su interior es lo más parecido a estar en el salón de casa, porque sea cual sea nuestra talla, las cotas de habitabilidad son más que generosas, ya viajemos delante o lo hagamos detrás.

Cuando lo ponemos en marcha abruma la espectacularidad de su instrumentación digital y las dos pantallas en la consola central, que han eliminado de un plumazo los controles y mandos de antaño. A parte también disponemos del cómodo Head-up Display de grandes dimensiones y resolución excelente.

Las plazas delanteras, ambas con regulaciones eléctricas son como un sofá de los buenos, te recogen la espalda como si fuera un guante de béisbol, el confort es soberbio.

Detrás está pensado para que dos personas de cualquier talla viajen muy confortablemente, con amplitud y climatización personalizada.

La capacidad de carga no es de las mejores, pero no se queda lejos, con 530 litros de capacidad, con un buen acceso, que incluso puede estar motorizado.

La variante 45 TDI del A6 probado se sitúa justo en el medio de la gama en cuanto a potencia se refiere. Recurre al conocido bloque turbodiesel 3.0 V6 y entrega 231 CV, sobrados para mover al A6.

Las prestaciones son de deportivo acelerando de 0 a 100 km/h en 6,3 segundos, pasa de 70 a 110 km/h en 4,3 segundos -sólo 110 metros, aspecto que garantiza adelantamientos ágiles- y la velocidad máxima está limitada a 250 km/h.

El gran aliado del motor seis cilindros diésel es la transmisión automática Tiptronic de ocho relaciones. Este convertidor de par quizás no sea tan rápido como el doble embrague Stronic, pero resulta más refinado en su funcionamiento.

Esta variante incorpora un sistema Mild-hybrid, tecnología de microhibridación que contribuye a unos excelentes registros en cuanto a consumo.

El sistema eléctrico principal es de 48 voltios y se nutre por medio de una batería de iones de litio situada en el maletero -se mantiene también la tradicional de 12 V- que almacena energía en las frenadas y deceleraciones. A su vez, un alternador conectado al cigüeñal asiste al motor térmico, aunque nunca funcionará como eléctrico puro por sí mismo. Con esta solución el funcionamiento de gran parte de los elementos del vehículo, incluido el sistema Start/Stop, se desliga del motor diésel directamente, reduciendo el consumo general. En nuestro caso registramos un consumo medio durante el test de tan solo 6,2 litros a los 100 kilómetros.

Disponemos del Audi drive select., que nos ofrece varios modos de conducción adaptando varios parámetros del coche, Efficiency, Comfort, Auto, Dynamic e Individual, que modifican los parámetros de la propulsión, el tren de rodaje, la dirección…

En movimiento es dónde más enamora este Audi, con un comportamiento sobresaliente. Muy confortable siempre, resulta más ágil de lo que una berlina de­ este tamaño pudiera transmitir. Aquí sí resulta vital la tracción Quattro, un plus en seguridad y motricidad.

En ciudad la verdad es que le falta espacio, es algo torpe, pero las ayudas de aparcamiento y las varias cámaras perimetrales, nos permiten salir airosos de sitios muy angostos.

En autopista es un tren de alta velocidad, estable, silencioso y muy rápido, en carretera convencional sorprende por su agilidad y estabilidad, permite ritmos muy lejos de la legalidad.

El chasis responde, la dirección ofrece un tacto franco y directo y los frenos son de matrícula de honor: 48,5 metros para detenerse por completo desde 120 km/h.

Valoración final

Si te encaja, no lo dudes, es un coche fenomenal, va de vicio, es cómodo e incluso divertido, el precio de todo esto.. desde 63.000 euros.

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